domingo, 29 de julio de 2012

JUGANDO CON FUEGO

En una ocasión alguien dijo: Con el fuego del infierno no se juega. Esta resulta ser una frase verdadera ya que muchas veces las personas aceptan a Cristo como Señor y Salvador pero sus vidas continúan en el pecado, otros se apartan totalmente y no vuelven ni siquiera a congregarse, otros van a parar a sectas de error, otros llevan una vida doble con pecados ocultos y así todos estos se constituyen en personas que juegan con el fuego del infierno. Lucas 13: 23 y 24 dice: Y alguien le dijo: Señor ¿Son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán. Todos sabemos que la puerta angosta es la que lleva a la vida eterna, sin embargo en algunos lugares se enseña un evangelio de puerta ancha donde el pretendido creyente juega con su salvación, porque cree en un Dios alcahueta que perdona todas las fechorías aunque estos no se arrepientan de los pecados cometidos, sino que creen que con solo pedir perdón y sin tener un cambio de vida irán al cielo y han olvidado ese ingrediente importante que es el arrepentimiento y con esta doctrina Juan el Bautista confrontó a los fariseos pues dice en Mateo 3: 7 y 8 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡ Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?  Haced pues frutos dignos de arrepentimiento. Este era un tipo de personas que jugaban con el fuego del infierno porque ellos cumplían con el bautismo pero no se estaban arrepintiendo y por ende no nacían de nuevo, estos religiosos al igual que hoy como muchos, piensan que la vida cristiana es cuestión de ritos y no quieren abandonar sus pecados y encima de todo existen iglesias donde se hace más énfasis en todas las bendiciones materiales que en lo que Dios demanda para entrar al cielo y una vez más al igual que en los tiempos de Juan el Bautista las iglesias se llenan de bautizados que no se han arrepentido de sus pecados, las cuales son iglesias donde no se enseña la santidad pero si la prosperidad material. Debemos esforzarnos a entrar por la puerta estrecha por que llegará el momento en que ya no se podrá entrar tal y como dice la Biblia, ha llegado el momento de hacer frutos dignos de arrepentimiento porque definitivamente son pocos los que se salvan pues dice en Mateo 7: 13 y 14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. No lo digo yo, lo dice la Biblia; que pocos son los que se salvan, por eso no podemos jugar con el fuego del infierno, la vida cristiana es una cuestión delicada, no es lo mismo que entrar a un club y luego desafiliarse como si nada, pues es la vida eterna lo que está en juego. Como están las cosas  el creyente debe ser una persona de santidad y de fruto y no puede correr detrás de la prosperidad como un loco enfermo de avaricia, no puede correr detrás del ecumenismo, no puede correr detrás de ese evangelio sin frutos de arrepentimiento, no es suficiente pertenecer a una iglesia grande, hay que pertenecer a la Jerusalén celestial, no es suficiente bautizarse, hay que nacer de nuevo, no es suficiente confesar los pecados , hay que apartarse de ellos pues con el fuego del infierno no se juega. La derrota de muchos cristianos de este tiempo radica en que juegan con el pecado y no toman una decisión verdadera de apartarse de ellos y como dice en el libro de Santiago son como la onda del mar que es llevada de una parte a otra y son inconstantes en la santidad, por que abandonan un pecado pero luego lo vuelven a tomar y aunque este evangelio posmoderno nos muestre un camino fácil, no es el camino que nos muestra la Biblia,  por que dice: Porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hayan. Mateo 7: 14 ¡Dios, santo que nosotros seamos de esos pocos que van a entrar! No soy alarmista, este pasaje de la Biblia es alarmista, por eso Jesús dijo en reiteradas ocasiones que debemos orar y velar. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el hijo del hombre ha de venir Mateo 25: 13 ¿lo ven? Hay que estar alerta y tocar la alarma. Y en Lucas 21: 36 Dice: Velad pues en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del hijo del hombre. Vemos nuevamente el toque de alarma en este versículo para estar alerta, y en 1 de Tesalonicenses 5: 6 dice: Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Esto es un llamado a la santidad y a la verdadera fe para entrar por la puerta estrecha, porque no podemos dormir como esos que se hacen llamar cristianos y estar jugando con el fuego del infierno pues es un fuego que nunca se apagará, no podemos jugar al malabarista que toma las antorchas encendidas en sus manos y las tira hacia arriba, no lo podemos hacer con el fuego del infierno y el pecado, pues lo que está en riesgo es la salvación eterna. ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el señor, nos fue confirmada por los que oyeron.  Hebreos 2: 3. Cristo viene pronto, Maranata.


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