En una ocasión alguien dijo: Con el fuego del infierno no
se juega. Esta resulta ser una frase verdadera ya que muchas veces las personas
aceptan a Cristo como Señor y Salvador pero sus vidas continúan en el pecado,
otros se apartan totalmente y no vuelven ni siquiera a congregarse, otros van a
parar a sectas de error, otros llevan una vida doble con pecados ocultos y así
todos estos se constituyen en personas que juegan con el fuego del infierno. Lucas 13: 23 y 24 dice: Y alguien le dijo: Señor ¿Son pocos los que se
salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo
que muchos procurarán entrar y no podrán. Todos sabemos que la puerta
angosta es la que lleva a la vida eterna, sin embargo en algunos lugares se
enseña un evangelio de puerta ancha donde el pretendido creyente juega con su
salvación, porque cree en un Dios alcahueta que perdona todas las fechorías
aunque estos no se arrepientan de los pecados cometidos, sino que creen que con
solo pedir perdón y sin tener un cambio de vida irán al cielo y han olvidado
ese ingrediente importante que es el arrepentimiento y con esta doctrina Juan
el Bautista confrontó a los fariseos pues dice en Mateo 3: 7 y 8 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos
venían a su bautismo, les decía: ¡ Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a
huir de la ira venidera? Haced pues
frutos dignos de arrepentimiento. Este era un tipo de personas que
jugaban con el fuego del infierno porque ellos cumplían con el bautismo pero no
se estaban arrepintiendo y por ende no nacían de nuevo, estos religiosos al
igual que hoy como muchos, piensan que la vida cristiana es cuestión de ritos y
no quieren abandonar sus pecados y encima de todo existen iglesias donde se
hace más énfasis en todas las bendiciones materiales que en lo que Dios demanda
para entrar al cielo y una vez más al igual que en los tiempos de Juan
el Bautista las iglesias se llenan de bautizados que no se han arrepentido de
sus pecados, las cuales son iglesias donde no se enseña la santidad pero si la
prosperidad material. Debemos esforzarnos a entrar por la puerta estrecha por
que llegará el momento en que ya no se podrá entrar tal y como dice la Biblia,
ha llegado el momento de hacer frutos dignos de arrepentimiento porque
definitivamente son pocos los que se salvan pues dice en Mateo 7: 13 y 14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la
puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que
entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a
la vida, y pocos son los que la hallan. No lo digo yo, lo dice la
Biblia; que pocos son los que se salvan, por eso no podemos jugar con el fuego
del infierno, la vida cristiana es una cuestión delicada, no es lo mismo que
entrar a un club y luego desafiliarse como si nada, pues es la vida eterna lo
que está en juego. Como están las cosas
el creyente debe ser una persona de santidad y de fruto y no puede
correr detrás de la prosperidad como un loco enfermo de avaricia, no puede
correr detrás del ecumenismo, no puede correr detrás de ese evangelio sin
frutos de arrepentimiento, no es suficiente pertenecer a una iglesia grande,
hay que pertenecer a la Jerusalén celestial, no es suficiente bautizarse, hay
que nacer de nuevo, no es suficiente confesar los pecados , hay que apartarse
de ellos pues con el fuego del infierno no se juega. La derrota de muchos
cristianos de este tiempo radica en que juegan con el pecado y no toman una
decisión verdadera de apartarse de ellos y como dice en el libro de Santiago son como la onda del mar que es llevada de una parte a
otra y son inconstantes en la santidad, por que abandonan un
pecado pero luego lo vuelven a tomar y aunque este evangelio posmoderno nos
muestre un camino fácil, no es el camino que nos muestra la Biblia, por que dice: Porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y
pocos son los que la hayan. Mateo 7: 14 ¡Dios, santo que nosotros
seamos de esos pocos que van a entrar! No soy alarmista, este pasaje de la
Biblia es alarmista, por eso Jesús dijo en reiteradas ocasiones que debemos
orar y velar. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora
en que el hijo del hombre ha de venir Mateo 25: 13 ¿lo
ven? Hay que estar alerta y tocar la alarma. Y en Lucas 21: 36 Dice: Velad pues en todo tiempo orando que seáis tenidos
por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie
delante del hijo del hombre. Vemos nuevamente el toque de
alarma en este versículo para estar alerta, y en 1 de Tesalonicenses 5: 6 dice: Por tanto, no durmamos como los demás,
sino velemos y seamos sobrios. Esto es un llamado a la
santidad y a la verdadera fe para entrar por la puerta estrecha, porque no
podemos dormir como esos que se hacen llamar cristianos y estar jugando con el
fuego del infierno pues es un fuego que nunca se apagará, no podemos jugar al
malabarista que toma las antorchas encendidas en sus manos y las tira hacia
arriba, no lo podemos hacer con el fuego del infierno y el pecado, pues lo que
está en riesgo es la salvación eterna. ¿Cómo escaparemos
nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido
anunciada primeramente por el señor, nos fue confirmada por los que
oyeron. Hebreos 2: 3. Cristo viene pronto, Maranata.
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