sábado, 23 de diciembre de 2017

Lutero y la importancia de la Navidad
JUEVES, 21 DE DICIEMBRE DE 2017  ESCRITO POR JOSÉ MORENO BERROCAL



Lutero celebrando la Navidad con su familia

(JOSÉ MORENO BERROCAL, 13/10/2017) En este año en el que estamos recordando 500 años del comienzo de la Reforma Protestante del siglo XVI, resulta fascinante reflexionar sobre la importancia que el reformador alemán Martín Lutero le daba a la Navidad.

Uno de los muchos estudiantes que se alojaba con Lutero comentaba que al acercarse la Navidad: “todas las palabras, canciones y pensamientos del reformador estaban centradas en la encarnación del Señor”. Este mismo estudiante añade que, en una ocasión, suspirando dijo: “¡Qué pobres somos al permanecer tan fríos e indiferentes ante este gran gozo que nos ha sido concedido! Porque, de hecho, este es el regalo más grande que se nos ha otorgado, y que excede a todo lo que Dios ha creado. Y, sin embargo, creemos muy perezosamente, aunque los ángeles lo proclaman, lo predican y lo cantan, resumiendo su canción el todo de la fe cristiana que es ¡Gloria a Dios en las alturas! y que es el mismo corazón de la adoración”.

... el historiador Roland Bainton sostiene que: “el mejor Lutero y el más característico aparece en sus sermones sobre la Navidad”.


Lutero alude aquí al pasaje de Lucas 2.14 que recoge ese himno de alabanza de las huestes celestiales a Dios, por el nacimiento del Mesías, delante de los pastores, en aquella primera nochebuena. Estas afirmaciones del reformador alemán nos proporcionan ya una pista sobre su forma de enfocar la Navidad: la inquebrantable conexión que hay entre la gloria de Dios y Cristo encarnado.

Lutero fue un autor muy prolífico y se conservan muchas obras suyas. Pero el historiador Roland Bainton sostiene que: “el mejor Lutero y el más característico aparece en sus sermones sobre la Navidad”.

Examinemos algunas de los mensajes de Lutero que se centran en este tema. Celebrar la Navidad, para Lutero, es reflexionar profundamente sobre el hecho histórico de la encarnación, que Dios el Hijo tomó carne como la nuestra para salvarnos. De entrada, parémonos sobre su famosa obra sobre El Magnificat, el canto de alabanza de la virgen María con el que exalta a Dios como su Salvador, y en el que se regocija por llevar en su seno al Señor, y que se encuentra en Lucas 1.46-55. Lutero dice, comentando el versículo 54: “Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia”, que María lo concluye: “mencionando la mayor de todas las obras de Dios, la encarnación del Hijo de Dios”.

El reformador alemán encomia así la Navidad porque Cristo vino a este mundo para redimir a su pueblo: “del poder del diablo, del pecado, la muerte, el infierno, y para conducirlo a la verdad, la vida eterna y la salvación. Esta es la ayuda que canta María. Como dice Pablo en Tito 2.14: Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo de su propiedad”.

Asimismo, Lutero disfruta de la paradoja que representa el hecho de que la victoria de Dios sobre el pecado y sus consecuencias, se encuentra en un niño. Y es que la sabiduría de Dios excede a toda nuestra inteligencia. La imagen de un recién nacido concita la idea de debilidad e indefensión, lo último que podríamos asociar con la idea de la divinidad. Y, sin embargo, es en Cristo donde aparece el poder de Dios para salvación: “para mí no hay mayor consolación dada a la humanidad que ésta, que Cristo se hiciera hombre, un niño, un bebé … Ahora está vencido el poder del pecado, la muerte y el infierno … si vienes a este bebé que hace gorgoritos y crees que ha venido, no a juzgarte, sino a salvarte”.

En otro mensaje, predicado en 1543, sobre el texto de Isaías 9.6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz”, Lutero dijo: “El Hijo de Dios descendió del cielo a este estado de humildad y vino a nosotros en nuestra carne, se encarnó en el vientre de su madre y se colocó en un pesebre y fue hasta la cruz. Esta es la escalera que colocó en la tierra para que, por ella, pudiéramos ascender a Dios. Este es el camino que debes tomar. Si te apartas de este camino y tratas de especular acerca de la gloria de la Majestad Divina - sin esta escalera- inventarás cosas maravillosas que irán más allá de tu horizonte, pero lo harás a costa de dañarte a tí mismo”. Lutero está aquí haciéndose eco de uno de los temas fundamentales de su teología, su rechazo a conocer a Dios fuera de Cristo Jesús. El ser humano puede intentarlo y, de hecho, lo intenta, dice Lutero, pero solo en Cristo nacido y crucificado para nuestra salvación conocemos a Dios verdaderamente. Como enseñó el mismo Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí”, Juan 14:6.

“Tenéis a Cristo en vuestro vecino. Debéis servirle, porque lo que hacéis a vuestro vecino que está en necesidad, se lo hacéis a Cristo mismo”.


Lutero era un hombre eminentemente práctico y un predicador sorprendente. Así, comentando el hecho de que no hubo lugar para José y María en el mesón de Belén, dice: “hay muchos que estaréis pensando para vuestros adentros ¡si tan solo yo hubiera estado allí! ¡me habría dado mucha prisa en ayudar al bebé! …. lo decís porque conocéis ahora la grandeza de Cristo. Pero si hubierais estado allí, entonces, no lo habríais hecho mejor que los habitantes de Belén” y añadió: “Tenéis a Cristo en vuestro vecino. Debéis servirle, porque lo que hacéis a vuestro vecino que está en necesidad, se lo hacéis a Cristo mismo”. La aplicación que hace Lutero no puede ser más apropiada, recibir a Cristo como Salvador implica necesariamente ayudar al más necesitado.

Celebrar, pues, la Navidad, es encontrar a Dios exclusivamente en el niño nacido de la virgen María, en Jesús, El Hijo de Dios. Es admirar a Dios por sus asombrosos caminos de salvación para con los hombres. Es descansar en el hecho de que nuestra salvación está asegurada en Cristo Jesús, Dios hecho carne. Y, si somos cristianos, es, igualmente, auxiliar al que precise de nuestro favor. La Navidad es Dios mismo viendo a nuestro encuentro en nuestra propia humanidad, para ser así, ese Dios y Hombre Salvador nuestro, por la sola fe en Cristo.

Autor:  José Moreno Berrocal / El presente artículo fue tomado del blog del autor, Scintilla, con su consentimiento expreso.

ACERCA DEL AUTOR


José Moreno Berrocal es conferenciante, escritor y actual presidente del Consejo Evangélico de Castilla La Mancha (CECLAM)



lunes, 18 de diciembre de 2017

30 Himnos navideños - Coro de Niños Evangèlicos.

"DEL PESEBRE A LA CRUZ" | Pastor Chuy Olivares. Predicaciones, estudios ...

NOTICIAS CRISTIANAS

CASA QUEDA INTACTA TRAS PASO DE INCENDIO THOMAS

“Mi padre Dios echó una cubeta de agua en mi rancho, porque se salvó todo”, declaró un residente de uno de los condados de California del Sur tras ver el incendio Thomas consumir todo a su paso, excepto su casa.
El incendio Thomas, considerado como una de las peores catástrofes que azota a California del Sur, ha carbonizado cerca de 95.000 hectáreas hasta la fecha. Aunque son más de 6.400 bomberos que siguen luchando contra las llamas que asolan el sur de California, los daños son irreparables.
Arnulfo Guasabe, es un mexicano residente de la ciudad de Carpinteria que fue evacuado porque las llamas se acercaban rápidamente a todo su territorio. Arnulfo volvió a su hogar con la desesperanza de encontrar todo calcinado, pero lo que vio hizo enaltecer la Gloria de Dios.
La casa de Arnulfo, donde vivía con su esposa hace más de 23 años estaba intacta. Todo se había salvado. “Estoy trsite por los vecinos que perdieron sus casas. Entiendo cómo se siente.”, declaró Arnulfo.
“Le doy gracias a Dios por haber salvado mi hogar”, expresó Arnulfo, quien precavido uso un sistema de riego alrededor de su casa que mantenía húmedo el lugar y para poder ayudar a los bomberos. Asimismo, espera que las personas que viven en las montañas utilicen el mismo sistema y puedan ayudar a lo demás.

“Ahora, a seguir adelante. No hay vuelta atrás.”, manifiesta Arnulfo aún muy sorprendido por el favor de Dios para con su hogar.


Y EL VERBO SE HIZO CARNE




FILIPENSES 2: 5. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,6. el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,7. sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Dios se hizo hombre, despojándose de la gloria que tenía en el cielo, desciende y nace en un pesebre, ¿El creador del universo y autor de la vida nace en un pesebre? A Dios no le importa el estatus social, no le importan las riquezas materiales, su reino no es de este mundo, por eso nació en un pesebre, se despojó así mismo para venir a salvar al hombre y el consejo de Dios para nosotros es despojarnos de lo que podamos tener para ayudar a otros, ¿pero los creyentes entienden este mensaje? FILIPENSES 2: 4. no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.5. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,6. el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Pero los creyentes actuales no entienden lo que es despojarse como Cristo se despojó para ayudar a otros, no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Y es que desgraciadamente ese falso evangelio de la prosperidad ha engendrado una cantidad de avaros egocéntricos que dicen ser creyentes, que solo piensan en su propio beneficio y visualizan sus propios deseos, deseos de dinero, de casas confortables, deseos de autos nuevos, deseos de viajes, pero nunca piensan en el pobre. 2 Pedro 2:3 y por AVARICIA harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. Pero el Mesías nació en un pesebre para venir a sacrificarse por un mundo de pecadores perdidos, sucios y condenados al infierno de fuego eterno. Pero a él no le importó hacer esta obra de caridad, haciéndose hombre, sin trono ni gloria y despojándose del cielo encima de todo nace en un establo, junto a un poco de animales malolientes, pero parece que ya muy pocos entienden este mensaje y Dios hecho un bebe es colocado en un recipiente envuelto en pañales, donde los bueyes comen paja. Pero el evangelio falso de la prosperidad no permite ver lo que significa el despojarse y peor aún ahora tenemos un movimiento falso fanático que habla en contra del nacimiento de Cristo, luchando contra la celebración de la navidad, por culpa de idólatras y borrachos que la celebran de la peor manera.1 Corintios 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los BORRACHOS, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Pero ahora los fanáticos religiosos se han puesto a favor del espíritu del anticristo el cual quiere que el nacimiento de Cristo se borre de la historia de la humanidad, envidia del diablo que le tiene a aquel que partió la historia en dos el cual en los almanaques nos recuerda que estamos en el año 2017 y pronto estaremos en el 2018 después del nacimiento de Cristo. Al espíritu del anticristo le interesa que no se hable ni se mencione ni se celebre el nacimiento de Cristo, que nadie en la próxima generación sepa que el mesías nació hace 2017 años. 1 Juan 4:3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del ANTICRISTO, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Y estos tres grupos de personas son las que actualmente existen. Los avaros que no entienden el mensaje del pesebre, los borrachos idolatras que no saben celebrar el mensaje del pesebre y los religiosos que a toda costa prohíben la celebración del mensaje del pesebre. Pero hay un cuarto grupo de creyentes y son los que practican el mensaje del pesebre despojándose así mismos para ayudar a otros, que celebran sabiamente el nacimiento de Cristo y lo predican con buen testimonio, sin borracheras, ni bailes, ni idolatrías, aprovechando la navidad para evangelizar, evitando el apoyo del espíritu del anticristo que niega el nacimiento de Jesús evitando esa falsa santidad religiosa que no quiere que se celebre el nacimiento del Mesías. ¿De cuál grupo eres tú? Maranata. Cristo viene pronto, pero no en un pesebre. El viene a juzgar.