jueves, 28 de junio de 2012


ANDANDO EN EL ESPÍRITU

Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne viviréis. Romanos 8:13. Sin duda alguna esta es una verdad absoluta de la palabra de Dios y todo verdadero cristiano sabe que está muerto al pecado y es guiado por el Espíritu de Dios, pero muchos hoy en día no hablan del poder del Espíritu para vivir lejos del pecado, sino que más bien hablan del poder del pecado y viven confesando debilidad espiritual. En Romanos 6:14 encontramos: Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. Aquí vemos que el pecado no tiene señorío sobre nosotros, pero encontramos una gran cantidad de creyentes que lo único que saben y confiesan es que “todos somos pecadores” esto es lo único que saben en cuanto al pecado, pero jamás se les oye una nota de victoria contra él, por que la tradición no les deja ver la cantidad de versículos que hay en la Biblia que hablan de la autoridad que tenemos en Cristo sobre el pecado, esta clase de cristianos se justifican así mismos en sus errores alegando que; la carne es débil, que todos somos pecadores, que nadie es perfecto y toda una gama de argumentos que los dejan en la postración pecaminosa del mundo. Pero la Biblia dice: Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:6. Aquí vemos claramente que el cuerpo del pecado fue destruido para no servir más al pecado, estas son palabras de victoria espiritual, son palabras de autoridad sobre el mal, son palabras de autoridad sobre el diablo y el mundo, pero que muy pocos creyentes las creen y las confiesan, porque la tradición no los deja ver y porque prefieren confesar una victoria material, ellos hablan de que Dios es poderoso para darles todas las cosas materiales, creen y confiesan victoria económica pero nunca se les oye una frase de poder sobre el pecado. Que tristeza que aún tienen argumentos Bíblicos descontextualizados para justificar su falta de santidad, como por ejemplo decir que lo que no quieren hacer, eso hacen y presentan así un testimonio deplorable del evangelio, estos seudo cristianos no saben dónde termina el pecado y donde comienza la santidad, no saben dónde termina la santidad y donde empieza la perfección y cuando se les habla de estas cosas se confunden y no entienden, ellos creen que solo Dios debe ser santo y siguen andando dominados por el pecado. No entienden, porque la Biblia dice: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 de Corintios 2:14. El hombre natural no entiende lo que es andar en el Espíritu, no entiende lo que es dominar el pecado, no entiende lo que es estar muerto al pecado, no entiende que el viejo hombre de pecado fue destruido por Cristo y cuando alguien habla de estas cosas les parece algo imposible porque ignoran el poder de Dios y tienen la cabeza llena de versículos que están fuera de contexto para justificar su deficiencia espiritual. Esta clase de argumentos falsos representan un peligro eterno porque la Biblia dice que SIN SANTIDAD NADIE VERA AL SEÑOR. Es tiempo de saber la autoridad que tenemos sobre el mundo y el pecado, de conocer lo que somos en Cristo, usted puede escoger si va a fracasar como Saúl o a triunfar como el apóstol Pablo, usted decidirá si quiere vencer como José o ser vencido como Judas, no es el tiempo de andar en la carne, es el tiempo de andar en el Espíritu, usted decide si quiere tener los mismos argumentos antiguos del pecado o renovarse con la verdadera Palabra de Dios. La Biblia dice en Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus paciones y deseos. Si usted cree esto deberá dejar esos viejos argumentos que le dicen que usted debe seguir dominado por el pecado, que le dicen que usted es débil, que le dicen que usted es un simple pecador, son tiempos difíciles y debemos armarnos con la palabra de Dios, no es tiempo de confesar debilidad pues la Biblia dice: Diga el débil fuerte soy  y el apóstol Pablo dice: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 de Corintios 10: 4 y 5. Recuerda que Martín Lutero dijo: no puedo evitar que un pájaro vuele sobre mi cabeza pero si puedo evitar que me haga un nido encima. El Señor viene pronto, Maranatha.


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