martes, 4 de marzo de 2014



LA GRACIA ES GLORIA DE DIOS


Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús 2 de Timoteo 2: 1 La gracia de Dios es el regalo inmerecido para el hombre, esa gracia es manifestada en Cristo Jesús, por su gran amor con que nos amó, esa gracia es la obra de Cristo en la cruz del calvario, porque solamente por su sangre y misericordia somos justificados ante el Padre, como está escrito: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2: 8 y 9 Y de acuerdo a estos pasajes de la Biblia el cristiano no tiene ningún derecho de gloriarse, porque nada bueno tenemos por nosotros mismos, sino que Cristo es quién ha cambiado nuestras vidas y quien nos permite vivir en santidad, solo por la misericordia de Cristo permanecemos en pie y el consejo de Pablo para Timoteo en la primera cita bíblica es; esforzarse en la gracia que es en Cristo Jesús, si mis amados solamente podemos esforzarnos en su gracia, solamente de él viene nuestra fortaleza y poder decir como dice Efesios 6: 10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Vemos claramente que nuestra única fuente de poder es el Señor Jesús, él es nuestra única posibilidad de triunfar frente al pecado, frente al mundo y frente al diablo, de tal manera que nadie puede jactarse de su santidad pues es una virtud dada por Dios. Así que cada vez que podamos, debemos acercarnos al Señor en oración y ruegos para ser librados del mal. La Biblia dice: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer. Juan 15:5. Ya lo vemos claramente, debemos permanecer en Cristo, fortalecernos en él, en oración y así podremos vencer, nuestra fortaleza depende de él ciento por ciento, por eso debemos ir a él cada día, Efesios 6: 18 dice: Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Concluimos que nuestra fortaleza proviene de Dios y seremos fortalecidos si nos disponemos en oración, en su palabra y en sus manos. Pero tenemos hoy día una serie de vanagloriosos que se creen justos por si mismos (Lucas 18: 9)  muchos creen que sus obras apostólicas son su estrategia humana de sistemas anti bíblicos que han inventado, muchos se glorían en sus trabajos y obras, pero la Biblia dice: Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? 1 de Corintios 4: 7  Vemos que todo lo que hagamos o tengamos es solo porque lo hemos recibido de Dios, de tal manera que no podemos gloriarnos de nada sino que toda la gloria es para Dios, pero que desgracia que hay muchos que se glorían en estrategias humanas de iglecrecimiento, estrategias que ni siquiera son bíblicas, pero la Biblia dice que el crecimiento lo da Dios 1 de Corintios 3:7  Tampoco nuestra estrategia de lucha contra el pecado no debe ser nuestra, porque de lo contrario fallaremos, sino que nuestra estrategia debe ser bíblica, la que nos manda fortalecernos en el Señor. Pero ¿qué vemos hoy? Hoy vemos divisiones, competencias, vanaglorias dentro del pueblo de Dios, cada quien cree que es el más sabio, el más “ungido” el más santo, que pertenece a la mejor denominación, en la mejor iglesia y estamos en la misma situación que el apóstol Pablo reprendió en la iglesia de su tiempo, leamos Filipenses 1: 15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. La pregunta es: ¿de qué lado estás tú? ¿De los que predican por envidia y contienda o de los que lo hacen de buena voluntad? Lo importante es la gloria de Dios y la salvación de las almas, pues nosotros no tenemos ninguna gloria sino que todo lo hacemos en Cristo y si tenemos un ministerio es por su misericordia, y no por nuestro” buen” corazón que fuimos escogidos para el ministerio. Desde los tiempos apostólicos ya existía la competencia de quién era el mejor, el más grande, el que predicaba más, el que tenía la iglesia más grande, pero aquí él único que cuenta es Cristo, porque él es quien salva las almas, él es quien da los ministerios y es el Espíritu santo quien da los dones y nos unge, si, mis amigos aquí el único que recibe gloria y honra es el Señor y a él pertenecen el poder y la sabiduría. Hoy muchos buscan el poder, la sabiduría y la unción pero estas pertenecen a Cristo y él da a quien quiere, como está escrito: Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios y sabiduría de Dios. 1 de Corintios 1: 22 al 24. Cristo viene pronto Maranata.



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