viernes, 14 de septiembre de 2012


 
LA FE ES...
La certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1. Nosotros esperamos una ciudad celestial y tenemos la certeza de que será así, y estamos convencidos de cosas que no vemos, de las calles de oro y el mar de cristal. Pero la fe también mira lo que podemos recibir en esta tierra de parte de Dios, la Biblia dice en Hebreos 11:6.  Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan. Fijémonos que para recibir de Dios es necesario acercarse a él, creer que verdaderamente está para ayudarnos y que debemos buscarle, porque el galardona o premia a los que le buscan, debemos pedir con fe, pero pidamos primero lo más importante, como  el ser usados por Dios para la salvación de las almas, para recibir de Dios ministerios, para recibir los dones del Espíritu Santo, pero ¿Podemos creer por las necesidades de los demás? o solo creemos en que nuestras necesidades sean suplidas. Debemos tener cuidado de no ser egoístas. Muchas veces  se nos olvida la necesidad que hay en el mundo entero para que las personas conozcan a Cristo, pero si tenemos las prioridades como Dios manda, entonces también podemos clamar por nosotros. Las necesidades muchas veces nos obligan a clamar a Dios, no importa si ese clamor va con quejas, aunque la teología moderna diga que no hay que quejarse, leamos el Salmo 142: 2. Delante de él expondré mi queja; delante de él manifestaré mi angustia. Vemos claramente que el rey David se queja ante Dios y le manifiesta su angustia, pero la teología falsa moderna manda a que nadie se queje, como si esto fuera pecado o incredulidad, en ninguna parte de la Biblia Dios manda que no lloremos o que no nos quebrantemos, por el contrario la Biblia dice: Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Salmo 51:17. Pero para los de la falsa superfe esto sería un acto de incredulidad, pero afortunadamente vemos que la Biblia lo aprueba, cuando estamos pasando por alguna situación difícil, podemos derramar nuestro espíritu quebrantado ante Dios y derramar nuestras lágrimas, pues Dios no es como esos fariseos que ponen cargas pesadas sobre los hombros de los hombres y prohíben quejarse ante Dios, estos fariseos se creen más santos que Job el cual llegó al momento de abrir su boca y quejarse con Dios Job capitulo 3. Veamos la oración de Ana la que fue madre de Samuel, 1 de Samuel 1: 10: Ella con amargura de alma oró a jehová, y lloró abundantemente. Los que leemos la Biblia sabemos que Dios respondió esta oración de Ana y le dio un hijo, el cual fue un profeta de Dios, Dios vio su amargura de alma y la oyó, la teología de la superfe le hubiera dicho que primero dejara esa amargura pecaminosa, pero Dios escuchó cuando lloró abundantemente, pero la teología moderna le hubiera dicho que dejara esas lágrimas de incredulidad. Ana era una mujer de fe por eso oró con amargura de alma y lloró abundantemente delante de Dios, ella conocía al igual que el rey David que al corazón contrito y humillado no desprecia él, menos mal que Ana no sabía todas esas normas estúpidas de la falsa fe que consiste en no quejarse, no llorar, y negar aun el problema, esa falsa fe está basada en la metafísica que cree que con confesar palabritas, poner cara dura, y metiendo la cabeza entre la tierra como el avestruz se va a solucionar todo y que con esa actitud de teatro van a convencer a Dios, no mis amados nosotros no podemos engañar a Dios, si nuestro corazón necesita llorar y quebrantarse esa también es una actitud de fe por que lo hacemos ante Dios. Cuando los problemas nos asaltan podemos quejarnos delante de Dios, él no se va a enojar, debemos hacerlo con humildad ante él, ya lo probamos bíblicamente, cuando nos afanamos en demasía debemos orar como manda la Biblia en Filipenses 4: 6. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Si nuestro ruego llega a ser con lágrimas esto será un acto de fe y finalmente podremos darle gracias a Dios como lo acabamos de leer, no se deje engañar de los falsos maestros de la superfe, pues estos ignorantes no saben que las lagrimas también son fe y que el exponer la queja ante Dios es un acto de fe, ellos no lo saben, por que están engañados y creen que la fe debe ser un acto en el que no debe haber sentimientos, sino que se debe comportar como un robot y confesar como una máquina programada que ya se solucionó todo, la verdadera fe no prohíbe la expresión de los sentimientos, la falsa fe si, la verdadera fe no trata de engañar a Dios, la falsa fe pretende engañarlo con actitudes duras. El que tiene fe sabe que sus lágrimas no serán un impedimento para Dios, si estás enfermo debes saber que el Señor quiere sanarte, no importa cuanto sea tu dolor, así como sabemos que el Señor quiere lo mejor para nosotros, debemos saber también que el fin de nuestra fe es la vida eterna, debemos saber que los que tienen fe creen esas palabras que él dijo: Vengo en breve, Cristo viene pronto, Maranata.
 
 
 

1 comentario:

  1. Reciban muchas bendiciones desde El Salvador Centroamerica, les comparto mi testimonio de sanidad para la gloria de Dios en mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
    UN SALUDO AFECTUOSO DESDE EL SALVADOR, CENTROAMERICA.

    ResponderEliminar