LA VISIÓN POR DAVID WILKERSON

LEVANTAMIENTO DE UNA IGLESIA SOBRENATURAL

 

Veo una grande y sobrenatural unión de todos los verdaderos seguidores de Jesucristo, reunidos por el Espíritu Santo y una común confianza en Cristo y su Palabra. Esta iglesia sobrenatural de creyentes bíblicos llegará a ser una especie de confraternidad clandestina, e incluirá a católicos y protestantes de todas las denominaciones. La misma congregará a jóvenes y viejos, negros y blancos, y a gente de todas las naciones. Al tiempo que la superiglesia visible adquiera poder político, esta iglesia sobrenatural invisible crecerá tremendamente en poder espiritual. Este poder vendrá de la persecución.

La locura de persecución que vendrá sobre esta tierra llevará a estos cristianos a unirse más estrechamente entre ellos mismos y a acercarse más a Jesucristo. Seles dará menos importancia a los conceptos denominacionales y más énfasis al retorno de Jesucristo. El Espíritu santo congregará, en uno a gente de todas las creencias y clases sociales.

Si bien esta iglesia sobrenatural ya existe por todo el mundo, en días venideros la misma se irá tornando políticamente más y más invisible. Pero a medida que la persecución se haga más intensa, este cuerpo de creyentes se volverá casi radical en sus esfuerzos evangelísticos. Esta iglesia invisible recibirá unción sobrenatural y poder del Espíritu Santo para seguir predicando el evangelio hasta que los confines de la tierra hayan oído.

PERSECUCION ESPECIAL DE LOS CATOLICOS CARISMATICOS

Los católicos carismáticos que se consideran miembros de la iglesia sobrenatural invisible de Jesucristo habrán de encarar una hora de onerosa persecución. La iglesia católica romana está a punto de retirar su beneplácito a todos los católicos que hablan en lenguas y que se inclinan a las enseñanzas pentecostales concernientes al Espíritu Santo. Se aplicará una presión política de alto nivel a los sacerdotes para que “apaguen el fuego”.

Aguarde y verá al papa asumir una actitud negativa contra el movimiento carismático dentro de la iglesia católica, la luna de miel está a punto de terminar. En breve las revistas católicas comenzarán a pronunciarse contra el movimiento de entre sus filas y a pedir una depuración. Esta comenzará como una tendencia lenta, pero tomará impulso rápidamente, hasta que todos los católicos que pertenecen a este movimiento se vean eventualmente frente a una verdadera persecución proveniente de dentro de su propia iglesia.

El movimiento carismático dentro de la iglesia católica llegará a ser tan poderoso y extenso , que a algunos dirigentes les parecerá  una amenaza a aquellos que no comprenden lo que el mismo significa. En un breve lapso pueden estar involucrados mas de 500.000 en el movimiento carismático católico. Aquellos que no pertenecen a este movimiento lo acusarán de carecer de interés social y de olvidar demasiado las tradiciones de la iglesia. Los que pertenecen al movimiento serán acusados de apartarse la virgen María y de negar la autoridad del Papa. Todo católico que se precie de haber recibido “el bautismo del Espíritu Santo” debe prepararse para la persecución. Esta no sobrevendrá de la noche a la mañana, pero con toda seguridad vendrá el día cuando todo católico que ha tenido la experiencia de un “pentecostés”, se verá precisado a determinar cuan significativo es en realidad su “bautismo”. Algunos se verán forzados a regresar alas tradiciones y dejaran que su experiencia permanezca latente. Sin embargo muchos otros comenzaran a descubrir que tienen mas amor cristiano, mas compañerismo y mas relación espiritual con otros protestantes y católicos que han centralizado su vida alrededor de la persona de Jesucristo y de la plenitud del Espíritu Santo. Muchos no me creerán, pero veo venir el día en que muchos protestantes así como católicos deberán “salir de en medio de ellos.” Estos nuevos cristianos no se llamarán así mismos protestantes o católicos, sino simplemente cristianos “renovados”. Su confraternidad no estará basada en la experiencia de hablar en lenguas, sino que estará centrada en el Padre y en su Hijo Jesucristo.

 La persecución de los católicos carismáticos, desplegada por la jerarquía de la iglesia, no detendrá la renovación en esa iglesia. Al contrario, el ministerio del Espíritu Santo verificará grandes milagros, y el número de católicos que se unirá a los grupos de “renovación” aumentará bajo la persecución.

Disminuirá el énfasis que se pone en el  “hablar en lenguas”. En cambio, se desarrollará un ministerio de “fraternidad espiritual,” basado en una solida enseñanza bíblica y en un mutuo amor y comprensión por otros verdaderos seguidores de Jesucristo. Se convertirá en una especie de “sacerdocio espiritual” para laicos que quieran ayudar a “ sobrellevar los unos las cargas de los otros.”