jueves, 12 de febrero de 2015

UN  MODELO A SEGUIR

Durante el último tiempo es común escuchar la siguiente frase “No me miren a mí, miren solo a Cristo” y eso es cierto somos llamados a seguir e imitar al Señor Jesús como ejemplo de vida, pero me siento preocupada por los niños, adolescentes y jóvenes, que están viendo como los líderes dentro de la iglesia cristiana que debería ser de testimonio para ellos han caído demostrando ser débiles en la fe y se escudan tras la frase que todos somos débiles y a cualquiera le puede pasar, que podemos esperar de nuestros niños,  adolescentes y jóvenes cuando están viendo que aquellos que deberían ser ejemplo en resistir al pecado han caído (en pecados sexuales tales como la pornografía, fornicación, adulterio, otros se han dejado llevar de la avaricia y negocian con el evangelio) y que decir de aquellos que están dejando el evangelio para volver a la iglesia católica según ellos porque allí si hay verdadera fe, que diría Lutero al oírlos decir esto que lo que se logró a través de la reforma ya no sirve porque el evangelio para esta gente tiene muchos vacíos y solo encuentran la verdad en la iglesia católica, y otros han vuelto atrás  dejando de servir a Dios y se han vuelto al mundo, y con todo esto esperamos que nuestros niños, adolescentes y jóvenes sigan adelante cuando los que debían llevar la vara (llamada en atletismo testigo, estafeta o testimonio)  del poder y la autoridad en Cristo han flaqueado y no quieren seguir adelante.
Tengo un sueño y sé que no solo yo sino muchos otros cristianos en el mundo entero, que se levante un ejército de niños, adolescente y jóvenes llenos del Espíritu Santo que prediquen la palabra y muestren al mundo que si es  posible vivir en santidad y honor y sean ejemplo aun a los líderes adultos que están demostrando lo contrario, este ejercito de niños adolescentes y jóvenes capaces de sostenerse en medio de las tentaciones y no ceder a las modas, a los vicios, a las tentaciones, a la presión de los amigos y compañeros de estudio y del trabajo, que no expongan su vida viendo películas que son llamadas buenas y novedosas pero que en realidad son destructivas para la mente y el corazón (Como las 50 sombras de Grey que es  una película pornográfica disfrazada de arte y belleza), que no se dejen influenciar de falsas filosofías, ateos y satanistas, que no participen en piques ya sea en carros o motos exponiendo sus vidas y la de otros, porque es lo que está de moda el sentir la adrenalina, el  peligro. Que el Señor levante líderes de ejemplo hombres y mujeres como Daniel, Timoteo, José, Pablo, Apolos, Pedro, Juan, Santiago, Esther, Ruth, Dorcas, María la madre del señor Jesús, María Magdalena  y tantos otros que desde jóvenes y aun niños conocieron la palabra y fueron fieles a Dios hasta el final de sus días y puedan estos líderes decir como escribió Pablo en 1 Corintios 11:1: Se imitadores de mi así como yo de Cristo.
Le exigimos a nuestros hijos obediencia pero nosotros como adultos no queremos someternos a nuestro Padre celestial y la iglesia se está convirtiendo en una mal  modelo a seguir, es el momento de levantar un clamor unánime porque Dios levante hombres y mujeres de ejemplo, poder y autoridad en la Palabra, que no teman hablar la verdad en cuanto temas controversiales como el homosexualismo, las falsas religiones, la música, la sexualidad. Que no cedan a las tentaciones y manejen pecados ocultos, que sean buenos consejeros (No como lo que le dijo un líder cristiano a un sobrino que le pidió un consejo sobre los tatuajes y los piercing y la respuesta fue que estaba bien hacerlos pues el hijo de un reconocido cantante cristiano también lo había hecho y no tenía nada de malo. No fue un consejo basado en la palabra de Dios sino basado en lo que otros hacen).

Son tiempos difíciles y peligrosos para nuestros hijos, pues están rodeados de malos ejemplos aun dentro de la iglesia cristiana, y como padres somos llamados a ser modelos para ellos por eso en necesario que hagamos lo que dice Hebreos 2: 1-4: Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. Cuidemos nuestra salvación y velemos por la salvación de nuestros hijos y el modelo a seguir esté en la casa con Cristo como el centro de  nuestro hogar, pues la situación que está viviendo la iglesia no da para más. 





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