sábado, 22 de diciembre de 2012


LAS VANAS PALABRERÍAS


Cuando Dios habla su palabra ella surte efecto inmediato, su palabra es poderosa en su boca. Pero que barbaridad porque el diablo piensa que si él toma las palabras de Dios en su boca, entonces tendrá el poder en su boca, por eso el diablo se cree dios, actúa como un dios, el diablo cita la Biblia pero no la guarda, no la obedece, el diablo le citó la Biblia a Jesús y este falso principio lo están enseñando en la iglesia, se está enseñando a los creyentes que ellos pueden tener lo que quieran hablando la palabra de Dios, es decir recitando la Biblia y no tienen en cuenta el guardar su palabra obedeciéndola, no tienen en cuenta la voluntad de Dios, por eso tenemos herejes rezanderos, los que hacen conjuros, declaradores de bendiciones, decretadores de materialismo, canceladores y anuladores de palabras negativas y lo peor; profetizadores de su propio corazón. Y sin duda alguna las vanas palabrerías están de moda, vanas palabrerías en las oraciones y leamos Mateo 6: 7,  Y orando no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. Estos gentiles pensaban que la oración tenia poder entre más se repitiera, pero desgraciadamente hoy hay muchos cristianos que creen que entre más repiten serán escuchados por Dios y ellos creen que el poder está en la palabrería y cuando oran usan palabras como; yo declaro, yo decreto, yo confieso, yo profetizo, estas son oraciones sin fe porque ellos no están pidiendo a Dios, ellos están declarando, decretando y profetizando por cuenta de ellos, ellos no están orando. Cuando Jesús enseña a orar él no usa términos como declarar o decretar, si vemos bien el solamente pide al Padre y usa frases como:Venga tu reino, hágase tu voluntad, danos hoy el pan de cada día, perdónanos nuestras deudas, no nos metas en tentación; si analizamos estas frases podemos ver que están dirigidas al Padre, es un clamor, es una petición, es un ruego, es humillarse y pedirle a Dios. Y ni hablar de los cristianos que gritan al orar como si Dios fuera sordo, ellos creen que el poder está en el grito, pero leamos 1 de Reyes 18: 29. Pasó el medio día y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase. Si conoces la Biblia debes saber que se está hablando de los profetas de Baal, los cuales gritaban para que su estúpido dios los escuchara y el profeta Elías se burló de ellos, pero cuando Elías oro en una forma sencilla Dios le respondió y llovió fuego del cielo, esa si fue una oración de fe en Dios y conforme a la voluntad de Dios. Cuando la iglesia primitiva fue perseguida, ellos elevaron su clamor a Dios el cual les contestó y el lugar en que ellos estaban tembló Hechos 4: 23 al 31. Ellos cuando oraron no decretaron, no declararon, no profetizaron, simplemente pidieron a Dios el cual les respondió, ellos pidieron conforme a la voluntad de Dios porque pidieron predicar con denuedo mientras Dios hacia señales y prodigios y todo para la salvación de las almas, ellos no pidieron prosperidad, ellos no pidieron empresas, ellos pidieron cosas eternas conforme a la voluntad de Dios, pero hoy se ve una cantidad de ignorantes que no piden a Dios,  sino que más bien la pasan decretando, declarando, confesando y profetizando en la carne, una cantidad de cosas materiales que quieren tener, ellos decretan su egoísmo y avaricia. Colosenses 3: 16 dice: La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. La palabra debe vivir en nosotros para ponerla por obra y llenarnos de sabiduría. Cuando Jesús enfrenta al diablo en el desierto le cita la palabra, Jesús no le dijo al diablo: yo declaro, yo decreto o yo profetizo, Jesús simplemente le citó la Biblia como está escrito en Mateo 4: 4 El respondió y dijo escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. La Biblia dice que nosotros podemos echar fuera demonios en su nombre y esta autoridad corresponde al que anda en santidad y obediencia, Dios si nos ha dado poder por su Espíritu que vive en nosotros, pero ese poder es para hacer su voluntad, para hacer lo que Dios quiere que hagamos y no para satisfacer nuestros caprichos, por eso Jesús en el huerto de Getsemaní oro diciendo: Si es posible pasa de mi esta copa pero no como yo quiero si no como tu Mateo 26: 39. La confesión positiva es arrogante ella no pide la voluntad de Dios porque para ellos es dudar olvidando que Santiago 4: 15 dice: En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Esto nos enseña que todo lo que pidamos a Dios debe ser conforme a su voluntad, podemos pedir a Dios cosas materiales y espirituales y él nos concederá las que son su voluntad, olvidémonos de decretar, declarar y profetizar en la carne, estas herejías se han convertido en blasfemias, debemos mejor prepararnos en santidad y obediencia por que Cristo viene pronto, Maranata.  




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