EL PRECIO DE LA
IGNORANCIA
En una ocasión
un paciente entra al hospital para ser examinado, el médico de turno lo mira
superficialmente y le formula unas cuantas aspirinas y le dice al paciente: ¡solo
es una gripa!, pero al otro día entra el mismo paciente por la sala de
urgencias en estado de agonía, los médicos de turno lo reciben rápidamente, lo
examinan a conciencia y le diagnostican una neumonía avanzada, tratan de
salvarle la vida pero es tarde y el hombre muere. Mi amado amigo esto también sucede
en la iglesia del Señor, hoy en día muchos ministros no saben diferenciar las
clases de pecado y cuando un creyente incurre en un pecado de muerte 1 de Juan 5:16 le dicen que solo es un pecado igual
que todos y no se dan cuenta que es un pecado que ya lo tiene agonizando y lo
va a matar espiritualmente, porque no saben dar un diagnóstico y no tienen la
capacidad para ayudar al que ha caído en pecado de muerte y aunque Dios puede
perdonar el pecado de muerte, es peligroso y serio que un creyente caiga en un
pecado de estos. Y de igual forma que muere el paciente por una enfermedad
mortal, así los malos ministros dejan morir al hermano que ha caído en pecado
de muerte. Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la
vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá Juan 11:25 Pero hay esperanza para el que ha caído. Dios pude
darle vida si pide perdón y se arrepiente. Pero debemos ser conscientes que un
pecado de estos puede arrastrar al infierno al que no se arrepiente y que si un
creyente ha incurrido en uno de estos pecados de muerte y muere, va derecho al
infierno. Muchos se estarán preguntando y ¿Cuáles son los pecados de muerte y
que son pecados de muerte? La Biblia dice: ... Hay
pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado;
pero hay pecado no de muerte Juan 5: 16b y 17. Es triste saber que
muchos no conocen este aspecto del pecado y toman todo a la ligera, como si
todos los pecados fueran iguales, pero ningún versículo de la Biblia señala que
todos los pecados sean iguales, es cierto que no hay pecados buenos, pues todos
los pecaos son malos, pero el desconocer lo que la Biblia dice, trae la
destrucción y este es el precio de la ignorancia. Como está escrito: Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Oseas
4:6 Todo pecado es malo y la
práctica de cualquier pecado aunque no sea de muerte, trae la muerte espiritual,
la Biblia dice: El que practica el pecado es del
diablo… 1 de Juan 3:8 Practicar el pecado es estar constantemente
cometiendo el mismo pecado o diferentes pecados que no son de muerte y la
Biblia dice que el que practica el pecado es del diablo. El verdadero creyente
no practica el pecado. Pero hay supuestos creyentes que practican pecados de
muerte y no de muerte, ellos creen que están vivos espiritualmente, pero no
saben que ya tienen un lote en el infierno y si no se arrepienten allí va a ser
su próxima morada. Debemos conocer las clases de pecados para poder ayudar a
las personas y sacarlas del camino al infierno, debemos discernir el estado espiritual
de las personas para poder orientarlas, pero que tristeza que tal ves en este
momento algunos todavía no saben cuáles son esos pecados de muerte. Tenemos que
meternos con Dios y escudriñar las escrituras porque no podemos seguir en la
ignorancia, la Biblia dice que todos tenemos pecado y si
decimos que no hemos pecado nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está
en nosotros 1 de Juan 1:8. Entonces ¿cuál es nuestra posición frente al
pecado si de todas manera son podemos dejar de pecar? La respuesta es muy
sencilla: El verdadero creyente peca pero no practica el pecado, el verdadero
creyente no debe caer en pecados de muerte, ni mucho menos practicar pecados de
muerte. Debemos tener en cuenta que cualquiera que sea la situación de pecado,
mientras haya vida Dios da la oportunidad para arrepentirse, la cual no se debe
desperdiciar por que puede un día llegar a ser demasiado tarde y el que quiere
ser santo buscará la santidad y el que quiere pecar seguirá buscando el pecado,
como está escrito: Apocalipsis
22:11: El que es injusto, sea
injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo,
practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. El Señor viene
pronto Maranata
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