EL REGALO DE LA
GRACIA
EFESIOS 2:8 y 9 Porque por gracia sois salvos,
por medio de la fe y esto no de vosotros pues es don de Dios, no por obras para
que nadie se gloríe. La
palabra dice claramente que la salvación nos ha sido dada gratis, es un regalo
de Dios inmerecido para el hombre, pues ningún ser humano es digno de recibir
la salvación y la gracia de Dios consiste en regalarnos esa salvación que no
merecemos. Ningún hombre puede ser santo por sí mismo, ningún hombre puede ser
justo por sí mismo, ningún hombre puede quitarse el pecado, ningún hombre puede
pagar el precio de su salvación, pero Dios el Padre al ver la inutilidad del
hombre para ser salvo, decide amarlo porque Dios es
amor 1 de Juan 4:8 Y desde antes de la fundación del mundo 1 de Pedro 1:19 y 20 decide enviar a su hijo para
salvarlo a través del sacrificio en la cruz, derramando su sangre en favor del
hombre. La culpabilidad del hombre ante un Dios perfecto lo obliga a condenarlo
por la eternidad, pero que en su infinito amor y justicia carga en Cristo todo
el peso de nuestro pecado y todo el castigo sobre él. Con
todo eso Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya
puesto su vida en expiación por el pecado… Isaías 53:10. Entonces la
gracia consiste en que Dios el Padre envió a su Hijo al mundo a pagar el precio
del pecado del hombre, un Dios de justicia no puede pasar por alto el castigo
por el pecado, entonces envía a su hijo y carga en él el castigo del pecado
sacrificándolo en una cruz y haciendo que derrame toda su sangre en el pago del
precio por el pecado delante del Padre. Y así es como nosotros recibimos una
salvación gratuita inmerecida. Pero no todo termina ahí, porque el regalo de
Dios trae consigo el don del Espíritu Santo (Hechos 2:
38… Y recibiréis el don del Espíritu Santo) el Espíritu santo es nuestro
ayudador, él es quién nos da el poder de vencer el pecado (Romanos 8: 1 y 2) el Espíritu Santo es quién nos guía
a toda verdad. Pero que problema cuando algunos creyentes piensan que son
salvos por sus obras de justicia y creen que guardar la apariencia externa es
suficiente y muchos se justifican en su forma de vestir, otros se justifican en
su prosperidad. Nosotros como creyentes debemos primero darle la gloria a Dios
por nuestra salvación y darle la gloria por nuestra santidad, porque separados
de él nada podemos hacer. Todo creyente debe entender que él guarda la palabra
solo por el poder de Dios, de manera que nadie puede gloriarse de su santidad o
de llevar una vida justa y cada obra buena que hace un creyente es porque Dios
o dispuso así. Porque somos hechura suya creados en
cristo Jesús, para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas Efesios 2:10 Toda buena obra que haga un creyente,
ya sea predicar el evangelio, ayudar a los necesitados, visitar a los enfermos,
prestar un servicio en la iglesia, es solo por la misericordia de Dios.
Cristo viene pronto, Maranatha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario