miércoles, 5 de noviembre de 2014

EL DESCANSO DE LA ORACIÓN


En aquellos días fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios, Lucas 6:12. En este pasaje encontramos que Jesús pasó la noche orando, él estaba lleno del fuego del Espíritu, era algo sobrenatural, el oraba por la salvación de las almas y por encontrar sus discípulos, lo cual sucedió el día siguiente, para Jesús era una bendición y un descanso orar y el fuego del Espíritu lo guiaba a poder hacerlo toda la noche. Desgraciadamente la religión tradicional católica muestra la oración como una carga, un castigo y una penitencia, aunque ellos muy poco oran y más bien rezan, nosotros debemos deshacernos de ese pensamiento pues la oración en vez de ser un castigo es un premio, es el privilegio de poder hablarle a Dios y solamente los que han nacido de nuevo y han sido lavados en la sangre del cordero pueden disfrutar ampliamente de este privilegio, es cierto que cualquier persona puede ser escuchada por Dios, pero el cristiano tiene acceso directo al trono del Padre por la gracia de Cristo. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios, en toda oración y ruego con acción de gracias Filipenses 4:6. Aquí encontramos que al orar podemos dejar a un lado todo afán por las cosas que necesitamos o nos hacen falta, el Señor puede resolver todo problema y esta escritura nos anima a confiar en él y darle a conocer a Dios nuestras peticiones, con ruego porque él es el Rey y con acción de gracias porque él va a responder. Sabemos que aunque tenemos necesidades materiales, no debemos olvidar exponer ante Dios las espirituales, como por ejemplo la salvación de nuestros seres queridos, la evangelización, las necesidades de los ministerios y por la iglesia de Cristo. El problema de muchos de nosotros es que a veces no oramos con fe, la Biblia dice: Pero pida con fe no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra, no piense pues, quien tal haga que recibirá cosa alguna del Señor  Santiago 1:6 y 7 Podemos ver que la oración debe de ir acompañada de fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios, esa fe será la que finalmente hará que Dios se sienta complacido y conteste nuestras peticiones, es necesario creer que Dios responde y que es galardonador de los que le buscan, solo entonces así recibiremos cualquier cosa que pidamos  1 Juan 5:15: Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que PIDAMOS, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. Si somos verdaderos cristianos pediremos conforme a su voluntad, no por vanidad ni orgullo, sino para la gloria de Dios y la bendición de todos, es hora de dejar las dudas, el fanatismo de estar a toda hora necesitados, es hora de ver la gloria de Dios, porque se acercan tiempos peligrosos, que solamente los que le oren y le crean a Dios recibirán para todas sus necesidades materiales y espirituales. Solamente los que oren con fe serán librados del pecado, solamente los que oren con fe verán a sus familiares salvados, solamente los que oren con fe recibirán las cosas materiales que le faltan. Números 6:22-27 - La bendición sacerdotal
Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.  Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.

Maranatha Cristo Viene pronto




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