jueves, 11 de octubre de 2012



MARTIN LUTERO Y LA BIBLIA



Juan Hus dijo en la cárcel, cuando fue sentenciado por el Papa a ser quemado vivo: “pueden matar el ganso (en su lengua Hus quiere decir ganso), pero dentro de cien años aparecerá un cisne que no podrán quemar.” Ese cisne fue Martín Lutero, pues la iglesia católica y su Papa no pudieron matarlo, para ellos Martín fue la oveja sarnosa y el escollo que debería morir, pero Dios lo tenia reservado para exponer la luz de las escrituras en medio de semejante oscurantismo. Juan 8: 31 dice: Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos. Para permanecer en la palabra de Dios primero debemos conocerla y Dios nos la dejó en las escrituras, en la santa Biblia, muchos se ocupan de leerla pero no de practicarla, esto es como tener un remedio y no tomarlo. Martín Lutero decidió que debía escudriñar las escrituras, Juan 5: 39 dice: escudriñad las escrituras; por que a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí. Martín a los 21 años alcanzó el doctorado en filosofía y más adelante el título de bachiller en Biblia, él se dedicaba a estudiar a fondo las escrituras. Martín Lutero luego que vio la corrupción tan generalizada que había en Roma, su alma se apegó a la Biblia, más  que  nunca. Ya  elevado  a la dignidad de doctor  en teología, el corazón de Lutero ardía en    deseos   de   profundizar aun más en el conocimiento de la Biblia.  El reformador conocía bien el hebreo y el griego, y en tres meses tradujo todo el nuevo testamento al idioma alemán, y más adelante toda la Biblia, el la tradujo directamente del hebreo y griego que son los idiomas originales y Lutero era un erudito en estos idiomas. Como podemos ver Martín Lutero era un hombre muy bien preparado y no como dicen algunos católicos que era un ignorante y cura zarrapastroso, estas afirmaciones las hacen para desvirtuar el protestantismo y la iglesia evangélica verdadera, pero no todo para Lutero era conocimiento ya que el llevaba su conocimiento a la práctica, se decía que él aprovechando que su esposa estaba enferma, cedió su propio plato de comida a cierto estudiante que estaba hambriento, no aceptó ni un centavo de sus alumnos y se negaba a vender sus escritos, dejándoles todo el lucro a los tipógrafos, esto nos muestra que Lutero no padecía de avaricia, enseñaba gratis las escrituras y daba de comer al hambriento, pero hoy en algunas iglesias se ve lo contrario, se cobra por enseñar las escrituras en esos famosos institutos bíblicos y se le pide ofrenda a los hambrientos, estos avaros son todo lo contrario de lo que era Lutero, la Biblia dice que el obrero es digno de su alimento Mateo 10: 10, pero hay quienes han hecho de este derecho un negocio, lo cual ante los ojos de Dios es abominable, veamos Miqueas 3: 11 y 12 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. Por tanto Sion será arada como campo y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, a causa de vosotros y el monte de la casa como cumbres del bosque. En este pasaje vemos como el pueblo de Israel había hecho de la palabra de Dios un negocio, el sacerdote que tenía la obligación de enseñar gratis la palabra comenzó a cobrar, eso era algo así como esos congresos o seminarios donde se les cobra a los hermanos, de tal manera que el hermano pobre no tiene derecho a asistir a estos eventos, cuando Dios menciona esto en el libro de Miqueas da una advertencia de juicio por ese acto de avaricia y dice que Jerusalén será destruida. Pedir una ofrenda voluntaria a los oyentes es legal, pero ponerle tarifa o precio es abominación para Dios y un menosprecio a los pobres. Lutero insistió en que no solamente los varones sino también las mujeres fuesen instruidas, convirtiéndose así en el pionero de las escuelas públicas. Todos nosotros deberíamos comportarnos como Lutero y estar lejos de la avaricia y la injusticia, interesarnos más de conocer y practicar las escrituras, de dar de comer al hambriento y ayudar al necesitado, que de volvernos ricos con las escrituras ya que toda esa falsa teología de la prosperidad está convirtiendo a los fieles en una piara de egoístas que solo piensan en lo terrenal Filipenses 3: 19. Esos que quieren ser ricos no lo hacen pensando en ayudar al necesitado como manda la Biblia en Gálatas 2: 10 Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer. Estos fanáticos de la falsa doctrina de la prosperidad piensan solo en ellos, ellos quieren tener sueldos millonarios para satisfacer su ego y para vivir cómodamente, pero la Biblia dice en Efesios 4: 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad. Exacto, nuestro salario debe usarse también en ayuda al necesitado y no en un sentido de egoísmo como se expone ahora en la falsa teología, falsedades que el pueblo recibe por no conocer las escrituras, debemos sumergirnos en las escrituras al igual que Lutero, por que los vientos de falsas doctrinas golpean a los ignorantes y porque El Señor viene pronto y debemos estar preparados, Maranata.  




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