MARTIN LUTERO Y LA BIBLIA
Juan
Hus dijo en la cárcel, cuando fue sentenciado por el Papa a ser quemado vivo:
“pueden matar el ganso (en su lengua Hus quiere decir ganso), pero dentro de cien
años aparecerá un cisne que no podrán quemar.” Ese cisne fue Martín Lutero,
pues la iglesia católica y su Papa no pudieron matarlo, para ellos Martín fue
la oveja sarnosa y el escollo que debería morir, pero Dios lo tenia reservado
para exponer la luz de las escrituras en medio de semejante oscurantismo. Juan 8:
31 dice: Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos. Para permanecer en
la palabra de Dios primero debemos conocerla y Dios nos la dejó en las
escrituras, en la santa Biblia, muchos se ocupan de leerla pero no de
practicarla, esto es como tener un remedio y no tomarlo. Martín Lutero decidió
que debía escudriñar las escrituras, Juan 5: 39 dice: escudriñad las
escrituras; por que a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y
ellas son las que dan testimonio de mí. Martín a los 21 años alcanzó el doctorado
en filosofía y más adelante el título de bachiller en Biblia, él se dedicaba a
estudiar a fondo las escrituras. Martín Lutero luego que vio la corrupción tan
generalizada que había en Roma, su alma se apegó a la Biblia, más que
nunca. Ya elevado a la dignidad de doctor en teología, el corazón de Lutero ardía
en deseos de
profundizar aun más en el conocimiento de la Biblia. El reformador conocía bien el hebreo y el
griego, y en tres meses tradujo todo el nuevo testamento al idioma alemán, y
más adelante toda la Biblia, el la tradujo directamente del hebreo y griego que
son los idiomas originales y Lutero era un erudito en estos idiomas. Como
podemos ver Martín Lutero era un hombre muy bien preparado y no como dicen
algunos católicos que era un ignorante y cura zarrapastroso, estas afirmaciones
las hacen para desvirtuar el protestantismo y la iglesia evangélica verdadera,
pero no todo para Lutero era conocimiento ya que el llevaba su conocimiento a
la práctica, se decía que él aprovechando que su esposa estaba enferma, cedió
su propio plato de comida a cierto estudiante que estaba hambriento, no aceptó
ni un centavo de sus alumnos y se negaba a vender sus escritos, dejándoles todo
el lucro a los tipógrafos, esto nos muestra que Lutero no padecía de avaricia,
enseñaba gratis las escrituras y daba de comer al hambriento, pero hoy en algunas
iglesias se ve lo contrario, se cobra por enseñar las escrituras en esos
famosos institutos bíblicos y se le pide ofrenda a los hambrientos, estos
avaros son todo lo contrario de lo que era Lutero, la Biblia dice que el obrero
es digno de su alimento Mateo 10: 10, pero hay quienes han hecho de este
derecho un negocio, lo cual ante los ojos de Dios es abominable, veamos Miqueas
3: 11 y 12 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y
sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová diciendo: ¿No está
Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. Por tanto Sion será arada
como campo y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, a causa de vosotros y
el monte de la casa como cumbres del bosque. En este pasaje vemos como el pueblo
de Israel había hecho de la palabra de Dios un negocio, el sacerdote que tenía
la obligación de enseñar gratis la palabra comenzó a cobrar, eso era algo así
como esos congresos o seminarios donde se les cobra a los hermanos, de tal
manera que el hermano pobre no tiene derecho a asistir a estos eventos, cuando
Dios menciona esto en el libro de Miqueas da una advertencia de juicio por ese
acto de avaricia y dice que Jerusalén será destruida. Pedir una ofrenda
voluntaria a los oyentes es legal, pero ponerle tarifa o precio es abominación
para Dios y un menosprecio a los pobres. Lutero insistió en que no solamente
los varones sino también las mujeres fuesen instruidas, convirtiéndose así en
el pionero de las escuelas públicas. Todos nosotros deberíamos comportarnos
como Lutero y estar lejos de la avaricia y la injusticia, interesarnos más de
conocer y practicar las escrituras, de dar de comer al hambriento y ayudar al
necesitado, que de volvernos ricos con las escrituras ya que toda esa falsa
teología de la prosperidad está convirtiendo a los fieles en una piara de
egoístas que solo piensan en lo terrenal Filipenses 3: 19. Esos que quieren
ser ricos no lo hacen pensando en ayudar al necesitado como manda la Biblia en Gálatas
2: 10 Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también
procuré con diligencia hacer. Estos fanáticos de la falsa doctrina de la prosperidad
piensan solo en ellos, ellos quieren tener sueldos millonarios para satisfacer
su ego y para vivir cómodamente, pero la Biblia dice en
Efesios 4: 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus
manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece
necesidad. Exacto, nuestro salario debe usarse también en ayuda al necesitado y no
en un sentido de egoísmo como se expone ahora en la falsa teología, falsedades
que el pueblo recibe por no conocer las escrituras, debemos sumergirnos en las
escrituras al igual que Lutero, por que los vientos de falsas doctrinas golpean
a los ignorantes y porque El Señor viene pronto y debemos estar
preparados, Maranata.
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